En Metro por Bruselas

domingo, 19 de diciembre de 2010

Bruselas es la capital en la que reside el Parlamento Europeo. Es un modelo de organización para el resto de países de la UE, la cabeza de los dirigentes que día tras día intentan que la vieja europa no decaiga.

Bruselas es orden, responsabilidad y saber estar.

Y como todo en la vida, existe una expeción que confirma la regla: el metro bruselés.


Por las noches, parece que el tiempo se hubiera parado, y sólo unos pocos viajeros te acompañan en tu recorrido. Gente peculiar por lo general, aunque también puedes encontrarte con algún erasmus volviendo a casa o un viajero despistado.




Lo curioso de este metro belga es lo siguiente: la mitad de las veces, no existe control de acceso. Los tornos no funcionan, no existe personal de vigilancia ni interventores. Con lo cual, muchísima gente entra y sale de las bocas de metro sin pasar el billete por el torno. Si hablas con españoles residentes allí, te dirán que no vale la pena comprar ticket, sobretodo si usas determinadas paradas en las que nunca funcionan los tornos ni hay seguridad. Ahora, si te pillan, la multa de 300€ está servida.

Por cierto, que los billetes de 24h no duran un día, si no hasta las 2am del día siguiente al de la compra.

Así que aquí lo tenéis, un pequeño paraiso de anarquía en la organización marcial europea =)

Dónde dormir (o no) en Dublín, Irlanda




Dublín es una ciudad que se caracteriza por el buen ambiente y afán juerguista de sus gentes. Realmente es difícil ir a Irlanda y no terminar de alguna manera en un pub bebiendo cerveza y conversando animadamente con alguien de la zona.

Mi último paso por Irlanda se debió a un congreso veterinario al que decidí asistir para mejorar un poco mi formación. Junto con una compañera veterinaria madrileña, decidimos dormir en un albergue en lugar de un hotel. Y ahora viene la pregunta, ¿por qué ir de congreso y sufrir las incomodidades de un albergue lleno de interraileros? Pues bien, porque soy veterinaria, pero también soy becaria... y lo de becario precario se dice por algo.

Fuimos a dar con nuestros huesos en el Jacob's Inn, justo al lado de la estación en la que todas las mañanas teníamos que coger el tren a Malahide para asistir al congreso.

Limpio, una habitación de seis literas en la que sólo nos encontramos con otras dos personas, baño propio... hasta ahí todo estupendo. Una única pega: había muchísima gente y demasiado ambiente. Un tipo a "salí a buscar la fiesta... y la fiesta estaba en casa". Gente, gente, gente y más gente. Por todas partes y a todas horas: en los pasillos, en el ascensor, en la sala común, en la sala de taquillas, en las cocinas, en las escaleras, en la entrada, en los ordenadores. Familias de 14 alemanes clónicos, parejas de franceses hippiosos/piojosos, ingleses de fiesta, españoles de erasmus, padres solteros viajando por el mundo con sus hijos... absolutamente de todo.

No estoy criticando el sitio en absoluto. Si queréis un lugar en Dublín en el que dejar las maletas y pasar de juerga unas 22 horas al día, habéis llegado al sitio recomendado, porque tienen actividades todas las tardes, todas las noches y todos los días. Y sin moveros de "casa"... ¿se puede pedir más?

Ahora, si vais de congreso, o a algo más serio... no paguéis la novatada, que para eso ya estoy yo.

Areopuerto de Charleroi - Bruselas (y vuelta...)

Otra pequeña odisea la que voy a relatar hoy: cómo ir del aeropuerto de Charleroi a Bruselas y vuelta.


No tengo muy claro si soy la única en el mundo , pero cada vez que tengo que coger un avión, mi sentido de la orientación hace aguas; de verdad me gustaría saber que no estoy sola en el mundo. En el viaje de ida me suelo organizar bastante bien, pero el de vuelta siempre termina con carreras esquizoides de un lado para otro, e imaginándome a mí misma durmiento en uno de esos "comodísimos" asientos con los que los aeropuertos nos ayudan a aplacar las horas de espera.


Aeropuerto de Charleroi - Bruselas
(Gare du midi)

La salida de la terminal de llegadas de este aeropuerto es muy sencillita, los pasillos te obligan a dirigirte directamente al exterior. En el mismo momento en el que el aire belga nos recibe, encontramos una taquilla al fondo a la derecha en la que se venden los billetes de autobus: 20 eurazos ida y vuelta, lo mismo que nos costaron los billetes Valladolid - Bruselas. Que gracia, ¿no? De cualquier forma, es mucho más barato que coger un taxi, que puede salirnos por un mínimo de 120€.

¡Cuidado! En muchas webs que he encontrado, afirman que los autobuses esperan a los vuelos. de última hora. Grandísima mentira, aquí no se espera a nadie, si tu vuelo llega más tarde de la media noche, estás perdido.

Vamos a ser positivos: conseguimos billetes de bus. Éste se coge allí mismo, no hay más que ponerse a la cola de pasajeros ansiosos a llegar al centro. Es aproximadamente 1h 15min, aunque depende bastante del tráfico.

El bus te abandona a tu suerte en la Rue de France - Place Victor Horta ¡Y ya estamos en Bruselas!






Bruselas (Gare du midi) - Aeropuerto de Charleroi

Algo muy importante si no queréis quedaros tirad@s en Bruselas, es comprar un billete de bus de ida y vuelta en el aeropuerto. Las colas que puede organizarse a la hora de subirse hacia Charleroi recuerdan a las rebajas de enero, sin exagerar. También es buena idea llegar al menos con media hora de antelación a la salida del bus, para evitar sustos como el citado overbooking.

El bus se coge en el mismo sitio en el que os dejó. Marcadlo en un mapa el día que lleguéis, más aún si es de noche... ya sabéis que a poca luz, todos los gatos son pardos.

Si aún así no os aclaráis, hay un montón de gente amable que intentará explicaros dónde está la parada. ¡Cuidado! dejad bien claro que vais al aeropuerto de Charleroi y no a la ciudad de Charleroi: una linea de bus no tiene nada que ver con la otra.

Una vez en el aeropuerto, los mostradores y controles de seguridad está en la misma entrada: no tiene pérdida.

¡Buen viaje!

Long Time No See...



... que dicen los ingleses, supongo. Es cierto, llevo demasiado tiempo sin escribir en este blog, lo que no quiere decir que no tenga cosas que contar. Lo cierto es que tengo mucho en el tintero, pero han sido unos cuantos meses demasiados locos: contrato, tesis, proyectos, vida en pareja...

Al fin, unos meses después, mucho más estabilizada, ¡vuelvo a escribir! Empezando por esta tarde, y si es posible continuaremos durante las laaaaargas vacaciones de Navidad que me he ganado este año. Así que nada...


¡Nos vemos pronto, gente!